Terapia Floral

¿Qué son las Terapias Florales?


Terapia Florale es como se denomina al sistema terapéutico elaborado por Edward Bach. Ha sido reconocida desde 1976 por la OMS como un sistema muy útil, sencillo, económico y que puede ser utilizado en forma eficaz, fácil y segura sin efectos secundarios, desagradables y/o tóxicos.

¿Qué es lo que sanan estos preparados florales?

Los desórdenes afectivos, el equilibrio emocional y mental perturbado por el temor, la incertidumbre, el odio, el resentimiento, la desesperación. Aquellos excesos determinarán importantes fisuras en los pilares de la personalidad que pueden hacer muy desdichado al ser y acaban por enfermarlo físicamente. Las esencias florales de Bach resultan de una utilidad extraordinaria para el desarrollo de lo más básico en la vida de una persona: la autoestima, el cuidado preventivo de la salud física, emocional y el desarrollo mental.

La terapia floral tiene 70 años de historia y eso implica una importante cantidad de casos clínicos resueltos y publicados que avalan su efectividad. Cuenta con la ventaja de no tener contraindicaciones ni provocar efectos indeseables, además de ser compatible con cualquier tipo de tratamiento. Buena parte de sus usuarios son psicólogos, psiquiatras, médicos clínicos y buena parte de los profesionales alternativos de la salud que tienen el mérito de ser los responsables de su difusión. Sin embargo, el empleo de las esencias florales no se limita al profesional de la salud, es habitual encontrarlas en el hogar de toda persona preocupada por su bienestar emocional y el de sus seres queridos.

Es en la actualidad un sistema de curación ampliamente difundido en América y Europa y, para que negarlo, uno de los que suscita más fidelidad y rechazo. Fidelidad porque los resultados terapéuticos son extraordinarios, rechazo porque ni su forma de elaboración, ni el análisis químico del producto final, ni el principio teórico que sustenta su acción, o sus efectos, son fácilmente observables, mensurables o sencillos de comprobar. La terapia floral es casi un estorbo: cura y no se ve cómo. En nuestra sociedad donde el “Ver para creer” substituye al “Vivenciar para conocer”, este es un importante obstáculo. Pero encontramos testimonios de su eficacia todos los días.


Para sentir las flores

Los elixires florales, actúan directamente sobre los arquetipos de la personalidad y es así como modifican sus funciones desarmónicas o patológicas.

 Estos elixires que podríamos llamar conciencia líquida provocan la cura, alivian el dolor y eliminan las causas que producen la enfermedad. Cada tipo floral tiene una particularidad propia y describe un arquetipo de cada personalidad. Emociones, vivencias, fantasías y defensas, es decir los riesgos de carácter y los comportamientos específicos.

 Los elixires florales cumplen una función, de acuerdo a su naturaleza, dentro de la estructura psíquica. El accionar de cada flor sobre el individuo responde de igual manera en diversas circunstancias y actúa siguiendo ciertos patrones y tienen como finalidad darle a la actividad psíquica todos los elementos que ésta necesita para equilibrarse.

Cada flor acciona de manera particular en cada individuo, aunque ese accionar es común y general, cada paciente de acuerdo con su naturaleza e historia vive esa experiencia de manera distinta.
 Los elixires florales nos ofrecen un aprendizaje, la adquisición de un conocimiento que debe ser acompañado por la elaboración de un cambio de conducta, un cambio estructural y profundo de la observación del mundo, que nos ayuda en el proceso de evolución.

Tratan las expresiones de conductas que son propias, describiendo precisamente las rasgos negativos de la personalidad, indicando el comportamiento propio sobre los cuales van a actuar las esencias florales.

Además cada flor simboliza en sus lecciones un patrón inconsciente, un esquema a priori del alma, una búsqueda del espíritu humano, de lo que verdaderamente está encerrado dentro de cada uno, un arquetipo.

 Se muestra la situación vital de cada flor y el accionar de su energía. También el accionar del patrón energético de cada flor sobre el hombre. Las esencias florales nos dejan mensajes que transforman el alma.


El Dr. Edward Bach y la Terapia Floral
Nacido en Septiembre de 1886, destacó desde la niñez por su amor a la naturaleza, revelándose poco a poco como un ser compasivo, que no podía permanecer inmóvil ante el dolor de los demás. Ayudó a su familia durante tres años en la fábrica de latón que poseían, para cooperar así a la economía familiar antes de iniciar lo que era su mayor anhelo: los estudios de medicina que le permitirían aliviar el dolor de tantas personas.
Así fue como luego de haber recorrido un largo camino, obtuvo su diploma en medicina, fue un reconocido cirujano, investigador, bacteríologo y homéopata. Pero aún no encontraba lo que estaba buscando, la forma de ayudar a la gente, de una manera sencilla y natural que no resultara tan o más traumática que la misma enfermedad.

En septiembre de 1928 se decidió finalmente a viajar al país de Gales, buscando en la naturaleza que tanto amaba los remedios procedentes de los árboles y las plantas, pues intuía que encontraría similares condiciones de vibración que lo encontrado en sus vacunas. Buscó los remedios para los estados emocionales que le aquejaban, y encontró la impatiens y el mímulo, cerca de la ladera de una montaña. Más tarde halló la clematis, y los tres fueron acordes con su miedo, su prisa o sus sueños.
En febrero de 1930 publica su trabajo El mundo homeopático y algunos nuevos remedios y su utilización. Sabía que en plantas y árboles estaba la sustitución de los preparados de bacterias por unos nuevos remedios.

En este mismo año había tomado la decisión de dejar Londres y adentrarse en los bosques que siempre había añorado; para este hombre la naturaleza significaba mucho más de lo que podemos imaginar. Se despidió de sus amigos y fue descubriendo su gran sensibilidad para las plantas.
A los 43 años siguió por fin los dictados de su sabiduría interior y partió rejuvenecido y lleno de alegría,
olvidando la maleta en la que llevaba sus útiles de laboratorio y cargando sólo con la ropa y zapatos que serían en realidad sus instrumentos para la tarea de investigación.

Así fue encontrando, según sus estados anímicos, las flores que curaban la desconfianza, el exceso de preocupación, el pánico, la duda, los celos, la inseguridad... Se dice de él que su sensibilidad enorme le permitía sentir las propiedades de los remedios al acercárselos a los labios; Bach consideraba la curación como un don divino y se entregó por entero, ayudado por contribuciones y regalos de amigos. Siempre encontraba lo suficiente y así descubrió los treinta y ocho remedios que obedecían a las pautas deseadas:

no serían agresivos;

el efecto sería amable y seguro;

producirían la curación del cuerpo y de la mente;

no causarían dolor.

Con estas mismas connotaciones se seguiría también el proceso de elaboración.

Bach comprobó que las flores eran las partes de la planta con mayor energía vibracional, allí en la corola estarían contenidos los principios de mayor potencial curativo. El SOL actuaba como revitalizador y fuente de energía, así, paso a paso, llegó a completar el método de recolección del rocío sobre los pétalos de las flores, viendo la diferencia entre las que estaban al sol y las que crecían en la sombra.

Bach llegó al proceso de elaboración que se mantiene hasta nuestros días. Este método consistía en el almacenamiento de la energía de las corolas sobre un recipiente con agua cristalina, exponiéndolo al sol durante unas horas y conservando luego en pequeñas botellas este agua con brandy biológico. El motivo para utilizar el brandy era, en primer lugar, para preservar la pureza del preparado, habiendo elegido Bach este producto por ser la vid uno de los treinta y ocho remedios, manifestando así una afinidad vibracional con el conjunto.

Edward Bach muere en noviembre de 1936 con la certeza de haber cumplido su misión en la vida encontrando estos treinta y ocho remedios vibracionales.


La Naturaleza de la Enfermedad


Extraído del libro del Doctor Bach "Cúrese usted mismo":

"Para entender la naturaleza de la enfermedad hay que conocer primero ciertas verdades fundamentales”.

La primera de ellas es que el hombre tiene un Alma que es su ser real; un Ser Divino, Poderoso, Hijo del Creador de todas las cosas del cual el cuerpo, aunque templo terrenal de esa Alma, no es más que un diminuto reflejo: que nuestra Alma, nuestro Ser Divino que reside en y en torno a nosotros, nos da nuestras vidas como quiere Él que se ordenen y, siempre que nosotros lo permitamos, nos guía, protege y anima, vigilante y bondadoso, para llevarnos siempre a lo mejor; que Él nuestro Ser Superior al ser una chispa del Todopoderoso, es por tanto invencible e inmortal.
El segundo principio es que nosotros, tal y como nos conocemos en el mundo, somos personalidades que estamos aquí para obtener todo el conocimiento y experiencia que pueda lograrse en nuestra existencia terrena, para desarrollar las virtudes que nos falten y para borrar de nosotros todo lo malo que haya, avanzando de ese modo hacía el perfeccionamiento de nuestras naturalezas. El Alma sabe qué entorno y qué circunstancias nos permitirán lograrlo mejor, y por tanto nos sitúa en esa rama de la vida más apropiada para nuestra meta.
En tercer lugar, tenemos que darnos cuenta de que nuestro breve paso por la Tierra, que conocemos como vida, no es más que un momento en el curso de nuestra evolución, como un día de colegio lo es para toda una vida, y aunque por el momento sólo entendamos y veamos ese único día, nuestra intuición nos dice que nuestro nacimiento estaba infinitamente lejos de nuestro principio y que nuestra muerte está infinitamente lejos de nuestro final.
Nuestras almas, que son nuestro auténtico ser, son inmortales, y los cuerpos de que tenemos conciencia son temporales, meramente como caballos que nos llevaran de viaje o instrumentos que utilizaremos para hacer un trabajo dado.
Sigue entonces un cuarto principio, que mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en buena armonía, todo es paz, alegría, felicidad y salud. Cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por nuestra alma, o bien por nuestros deseos mundanos o la persuasión de otros, surge el conflicto. Este conflicto es la raíz, causa de enfermedad y de la infelicidad. No importa cuál sea nuestro trabajo en el mundo, limpiabotas o monarca, terrateniente o campesino, rico o pobre, mientras hagamos ese trabajo en particular según los dictados del alma todo está bien; y podemos además descansar seguros de que cualquiera que sea la posición en la que nos encontremos, arriba o abajo, contiene esta posición las lecciones y experiencias necesarias para ese momento de nuestra evolución, y nos proporcionara las mayores ventajas para el desarrollo de nuestro ser......."

Las Preguntas más Frecuentes en la Terapia Floral



En muchas ocasiones y por desconocimiento del funcionamiento de las flores, su origen y elaboración del producto, las personas se muestran desconfiadas a la hora de presentarles ésta terapia, para evitar cualquier confusión o mala información expongo una pregunta que ayudará a despejar dudas.

¿Quiénes pueden tomarlas?

De forma absolutamente segura la pueden tomar:

bebés

niños

adolescentes

adultos

ancianos

Todo el mundo sin distinción. Así como animales y plantas.

¿Y madres embarazadas o lactando pueden tomarlas?

Las madres embarazadas pueden tomar los tratamientos con absoluta seguridad en cada momento del embarazo.
Las flores las puede tomar la mamá embarazada así como el bebé, así mismo seguir tomando las flores que el estado emocional le requiera luego del parto (por el cansancio generado por éste cambio).
A los lactantes se les dan las cuatros gotitas diluidas que necesiten del tratamiento floral dentro del biberón.

¿Se puede combinar los Tratamientos Florales con otros tratamientos?

Por supuesto que sí, no hay problemas, los tratamientos florales no tienen principios activos sólo actúan energéticamente en nuestra condición emocional y no interfieren ni perjudican los efectos de otros medicamentos incluyendo los remedios homeopáticos.

¿Hay que estar enfermos para tomar las Flores de Bach?

Las flores se toman cuando tenemos un estado emocional negativo, si uno se siente bien consigo mismo y no requiere tomarlo no los toma.
Pero no tenemos que estar físicamente mal para beneficiarnos de las flores.


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No se abona Matrícula de Ingreso.
Incluye todos los materiales de la cursada
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Acompañamiento permanente durante el aprendizaje. 
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Consultas:


Teléfono: 011- 1541718957
 E-mail: amor.incondicionalescuela@yahoo.com.ar


Flores de California

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com | Todos los derechos reservados

¿Y después de Bach? Las nuevas esencias

Bach muere en 1936, a los 50 años, con tan solo unas monedas en el bolsillo, un pantalón y un jersey, como toda posesión. Después de haber dedicado toda su vida, dinero y esfuerzos a la atención desinteresada y sus últimas energías a la creación de un sistema de curación tan sencillo “Como coger las flores del campo y dejarlas con agua al sol”, lega el cuidado de su obra a sus colaboradores Nora Weeks y Víctor Bullen.

Con el paso del tiempo la terapia floral creció de forma inevitable y hacia finales de los setenta tienen lugar dos importantes acontecimientos: la Organización Mundial de la Salud reconoce el valor terapéutico de las esencias florales y Richard Katz funda en 1979 la Flower Essence Society, sin duda uno de los más respetados elaboradores. Su obra, la de su esposa Patricia Kaminsky y colaboradores, es notable: descubrieron y comprobaron el valor terapéutico de más de 100 nuevas esencias para tratar modernas dificultades como también aquellas no contempladas por el Dr. Bach a principio de siglo: stress urbano y contaminación; desórdenes de la sexualidad; dificultades puntuales y generales con lo paterno y materno; trastornos de la comunicación y el lenguaje; crisis de identidad; miedo al éxito, etc.


Clasificación de las flores de California: La primera clasificación que se ha realizado de estas flores a sido respetando el orden alfabético. Pero también se creó una clasificación que toma el concepto de grupo vital, que no es más que el ámbito de respuesta del individuo en relación con las situaciones en las que está en contacto durante su existencia. El espacio de desarrollo donde se realiza el proceso de evolución vital del hombre está formado por las interacciones sociales. El ordenamiento de las flores de California se traduce a planos o campos energéticos.

Los grupos vitales son siete:

I Vida afectiva.

II vida sexual.

III vida energética,

IV vida espiritual.

V vida creativa y aprendizaje.

VI vida de interacción social.

VII autorrealización.



Flores de Australia 


(Flores de Bush)


Durante 40 años, los Remedios Florales de Bach fueron el único sistema floral con fines terapéuticos utilizado por todo el mundo.
A partir de 1970 surge en distintas partes del mundo, la necesidad de estudiar y elaborar nuevos sistemas florales con las posibilidades curativas de las flores existentes en cada región.
En Australia, Ian White, investigó las propiedades curativas de distintas plantas y preparó con ellas los remedios florales, dando origen a las Esencias Florales Australianas.
La familia White ha tenido terapeutas en medicina natural, especialmente en herboristería, por 5 generaciones.
El nombre del sistema: Australian Bush Flower Essences, se refiere a que, en su mayoría, las esencias se preparan con flores de arbustos (en inglés significa Bush).
Australia posee una flora y fauna profundamente diferenciada, atípica, a la vez que muy rica y exclusiva. Este país tiene también todos los climas: húmedo, templado, desértico, marítimo, montañoso, etc. lo que permite cultivar flores muy diversificadas. Por este motivo este sistema floral ofrece un repertorio floral con una gran acción terapéutica con particularidades propias.